- La entrevista: El investigador, realiza una entrevista a otra persona a modo de conversación en una sala o habitación cerrada. La entrevista, generalmente, está estructurada, es decir, se tiene previsto un guion de preguntas y se sigue al pie de la letra. Se suele hacer de esta forma para después poder hacer un análisis matemático de las respuestas. Hay otras formas de entrevistas (semiestructuradas, no estructuradas,...); pero no lo explico aquí para no hacerlo más complejo para vosotros.
- El cuestionario: Es parecido a la entrevista; pero se hace a través de papel o soporte informático, no tiene por qué estar el entrevistador presente. Se le pasa el cuestionario a un número de personas, y con las respuestas se hace después un análisis estadístico de las pruebas (porcentajes, medias, desviaciones típicas,...). Un ejemplo son las encuestas que se hacen sobre intención de voto antes de las elecciones.
- La observación: Consiste en observar atentamente lo que se quiere investigar, tomar información y registrarla para su posterior análisis. No se observa sin más. Antes de observar, se deciden qué se va a observar y qué cambios pueden darse, diseñando una hoja de registro en la que vienen previstas todas las posibilidades. Por ejemplo, se establecen un número de posibles conductas o respuestas de una persona y se contabilizan, para ver cuántas ha dado y ante qué situaciones. En la observación te puedes ayudar de la grabación de imágenes.
- El experimento: Como ya se ha explicado antes, es probar sucesivas veces, en un entorno controlado, donde nada se deja al azar, un hecho, de forma que se puede medir, observar, reproducir, y así comprender la causa de ese hecho, o las consecuencias. Por ejemplo, en un laboratorio, se puede probar un compuesto químico para ver si puede combatir y eliminar los efectos negativos del coronavirus. Tendría que hacerse en numerosas ocasiones y ver que los efectos se repiten en todas las ocasiones, para después probarlo con animales o humanos.
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